Las siete vidas de Napster: de ícono de la piratería digital a empresa de inteligencia artificial

Las siete vidas de Napster: de ícono de la piratería digital a empresa de inteligencia artificial

La histórica plataforma que marcó un antes y un después en la industria musical vuelve a reinventarse, ahora bajo el ala de una compañía del metaverso que apuesta fuerte por la IA. Los detalles, en la nota.

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A fines de los años 90, la música dejó de sonar solo en radios y CDs: millones de personas comenzaron a descargar canciones desde sus computadoras. Napster lideró ese cambio. John Fanning, Shawn Fanning y Sean Parker (futuro presidente de Facebook) crearon esta aplicación P2P que permitió compartir archivos de forma masiva.

La plataforma funcionaba como una red centralizada que gestionaba usuarios y contenidos desde un servidor. En su mejor momento, Napster conectó a 80 millones de personas y facilitó más de 2.000 millones de transferencias mensuales.

Solo dos años de gloria: el impacto fue tan grande como su caída

En 2001, la industria musical inició una ofensiva judicial contra Napster. Metallica encabezó esa embestida: su tema “I Disappear” se filtró antes del lanzamiento y toda su discografía circulaba libremente por la red. Lars Ulrich, baterista del grupo, presentó una denuncia por infracción de derechos de autor en la Corte del Distrito Norte de California.

A pesar del respaldo masivo de los usuarios, la Justicia ordenó desconectar los servidores. Napster terminó cerrando sus puertas tras aceptar el pago de 36 millones de dólares entre daños y licencias. En junio de 2002, la empresa se declaró en bancarrota y liquidó todos sus activos.

De servicio ilegal a plataforma legal: un nombre que nunca desapareció

Roxio, compañía dueña de Pressplay, adquirió la marca Napster por 5,3 millones de dólares y lanzó Napster 2.0 como servicio de streaming. En 2008, Best Buy pagó 121 millones por ese mismo servicio, que entonces contaba con 700.000 suscriptores.

Rhapsody también apostó a la marca y concretó una fusión en 2011. Dos años después, Napster aterrizó en España con un formato pago, sin contenido gratuito, y una prueba de 30 días con tarjeta de crédito. Intentó competir con gigantes como Spotify, Deezer y Google Music, aunque sin alcanzar el mismo alcance.

 

Nueva identidad: Napster entra al mundo de la inteligencia artificial

En marzo de 2025, la startup de metaverso Infinite Reality compró Napster por 207 millones de dólares. A pesar de arrastrar una deuda de 56 millones en regalías no pagadas, la nueva propietaria apostó a relanzar la marca desde otro enfoque.

El 15 de mayo, ante 1.500 accionistas, el CEO John Acunto anunció el cambio de nombre a Napster Corporation. Desde ahora, la empresa se dedicará a crear experiencias digitales inmersivas impulsadas por inteligencia artificial.

Experiencias virtuales, conexión directa y monetización para artistas

El nuevo modelo de negocio propone ofrecer conciertos virtuales, espacios en 3D, lanzamientos digitales, venta de merchandising y entradas, todo dentro de un entorno interactivo. Además, planea utilizar asistentes virtuales para la atención al cliente y la conexión directa con los fans.

Aunque hoy Napster ocupa el puesto 39 entre las apps musicales, su nombre conserva un enorme valor cultural. Infinite Reality apuesta a ese peso simbólico como parte clave de su estrategia.

Un pasado turbulento, un presente ambicioso

Napster provocó una de las mayores revoluciones en la historia de Internet. Logró cambiar la forma de consumir música y marcó el inicio de una era. Con múltiples renacimientos y giros inesperados, su recorrido nunca pasó desapercibido.

Hoy vuelve con una promesa tecnológica que mezcla nostalgia, innovación y un modelo de negocio disruptivo. La incógnita ahora es si logrará sostener esta nueva identidad o si se sumará a la lista de sueños digitales que no alcanzaron su destino.